martes, 12 de noviembre de 2013

RESEÑA Y ANÁLISIS CRÍTICO DE LAS OBRAS LA PALOMA HERIDA Y CONTRA LA LEY DE DIOS


La escritora gaditana M. Palma Medina está a punto de sacar la 3ª edición de su primera novela La Paloma Herida, mientras se agota la 1ª de Contra la Ley de Dios. Por eso vamos a dedicar unas líneas a la autora y su producción literaria.

Nacida en Cádiz en 1969, estudió la Licenciatura de Derecho en el Campus de Jerez de la Frontera, pero siempre se sintió inclinada hacia la Literatura, tanto en el campo de la lectura como en el de la creación literaria. Aunque las dos novelas que vamos a comentar son las únicas publicadas hasta el momento, su producción incluye otros géneros literarios como la poesía y el teatro, obras que permanecen inéditas y que con permiso de la autora irán apareciendo en este blog.

La Paloma Herida se publica en 2010, pero fue escrita cuando la autora tenía unos veinticinco años y guardada en un cajón. No es hasta muchos años después cuando la autora entrega el manuscrito a una editorial y recibe casi inmediatamente una respuesta favorable para su publicación. La novela tiene como protagonista a una joven que, tras descubrir la infidelidad de su novio, decide acabar con su vida. No obstante, la chica sobrevive y es internada en una clínica. Es allí donde Marta descubre que le queda mucho por vivir y que su existencia no puede aferrarse a la dependencia de otro ser humano, sino que debe hacerse fuerte para concebir la vida como una experiencia única e irrepetible, que hay que valorar por encima de todo.

Contra la ley de Dios es una novela histórica ambientada en el Cádiz de los años 20. José María es un adolescente de clase media-alta, que se ve obligado por sus padres a abandonar su colegio de toda la vida y el hogar familiar para ingresar en un internado en El Puerto de Santa María. Su proceso de maduración de niño a adulto se produce precisamente allí. Poco a poco, José María descubre que su mundo está dominado por unos convencionalismos sociales y religiosos basados en las apariencias, que los sentimientos del ser humano poco tienen que ver con esas estrictas normas, que el amor no distingue de sexos.

Si bien ambas novelas son muy distintas, podemos encontrar algunos nexos de unión que son una constante en la obra de la autora. Desde mi punto de vista, en ambas se abordan los conflictos del ser humano consigo mismo. Los protagonistas viven una lucha interior que el mundo que los rodea no es capaz de mitigar. Tanto Marta como José María aparentemente lo tienen todo para ser felices: juventud, belleza, buena posición económica y personas en su entorno que los quieren. El conflicto se desarrolla en el mundo interior del personaje, no en el exterior. El abandono de la pareja o el descubrimiento de la homosexualidad desencadena el cambio, un proceso al que los protagonistas se enfrentan solos, sin ayuda de ningún ser querido. Es entonces cuando aprenden que el ser humano supera determinados episodios de su vida en soledad.

Otro de los temas universales que se repite en la producción de la autora es el de la muerte concretada en el suicidio como capacidad del individuo de decidir sobre el momento en el que su vida debe finalizar, ya que no es posible escoger el  de llegar a este mundo. En La Paloma Herida la protagonista elige poner fin a sus días en lugar de enfrentar la lucha en soledad por la vida. La novela comienza con la frustración del personaje por no haberlo logrado, y porque la libre elección de no seguir viviendo le haya sido negada. Contra la ley de Dios presenta esta temática de manera secundaria. Uno de los compañeros del internado de José María no es capaz de hacer frente  a sus circunstancias e intenta suicidarse.

                M. Palma Medina , bajo mi punto de vista, es una autora intimista. Poco descriptiva con el mundo externo de los personajes, no se recrea en detallar hasta el agotamiento – como quizás hacen otros escritores – un paisaje, una habitación o un determinado acontecimiento. Dejando al lector esa faceta de la imaginación a su libre antojo. En cambio,  sí que es capaz de trazar a la perfección, un retrato psicológico de los protagonistas de sus novelas, hasta el punto de adentrarse en los sentimientos más recónditos de éstos.

                Este breve análisis crítico pretende demostrar que, como en toda obra literaria que se precie de serlo, la época, los personajes e incluso la historia en sí son meros instrumentos que se ponen al servicio del autor para expresar conceptos universales y atemporales como la evolución del individuo, la soledad o la muerte. En cada una de sus obras la escritora gaditana nos deleita con una historia que siempre cuenta más de lo que parece. Quienes siguen su producción podrán comprobarlo también en su tercera novela, en cuyo proyecto se haya actualmente inmersa, y de la que solo me está permitido desvelar el título: A la sombra de una mentira.